Mercenaria


Rayma. El Universal, 1 de febrero de 2012
Rayma. El Universal, 1 de febrero de 2012

Rayma, qué mercenaria eres. Qué bien lo ilustras hoy. Qué bien te sienta la crueldad. Qué envidiable tu destreza para el pillaje en nombre de la libertad para surcar los siete mares. Qué orgullo sientes al hacer de portaestandarte de la muerte. Tú perteneces a la clase de quienes, aferrados al asta, impiden que terminemos de izar la bandera de la patria. Rayma, el personaje, no eres más que una caricatura. Juras que nos falta un ojo para ver y una pierna para andar, pero tú, Rayma, eres la viva imagen de una pirata de historieta barata. Rayma, qué mercenaria eres.

Con dios y con el diablo


Ahora que el antichavismo partidista y pre-electorero anda en una de parecerse al chavismo, de entenderse con sus anhelos y broncas, lo que supone ponerse un guante cuando el pueblo salta al terreno, y luego, cuando toca, agarrar un bate y andar prevenido; ahora que andan en una de joseadores, queriéndonos convencer de que pueden ser como esos tipos que se echan al equipo encima, cuando es necesario, cuando nadie lo esperaba; ahora que los gringos pretenden venir a imponernos sanciones, a dictarnos a quién le vendemos y a quién no nuestro petróleo, y nos advierten que podríamos sufrir «serias consecuencias«; ahora vienen los Capriles Radonski, los Teodoro Petkoff y la MUD en pleno a defendernos del agresor.

Como si hiciera falta.

Así estarán de desesperados.

Allá van, con sus uniformes pulcros de niños bien que no saben lo que es deslizarse en segunda.

Viene Capriles Radonski y abanica: «La industria petrolera es de todos los venezolanos. Todos tenemos que cuidarla y preservarla. Ninguna nación debe unilateralmente generar sanciones a nuestro país». Luego, deja colar, como quien se roba la seña: «El gobierno nacional tiene que ser cuidadoso con los acuerdos internacionales, ya que el manejo de los mismos podrían poner en riesgo nuestro país y las relaciones diplomáticas».

Ajá, el gobierno nacional.

Luego viene Petkoff y le tira con todo: «Las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos a Pdvsa con el pretexto de que ésta ‘envió (a Irán) al menos dos despachos de compuestos para gasolina entre diciembre de 2010 y marzo de 2011, valorados aproximadamente en 50 millones de dólares’, constituyen un acto típico de esa arrogancia imperial de la cual tanto trabajo les cuesta a los gringos desprenderse». Más adelante, suelta: «No compartimos para nada la alianza política que el gobierno nacional mantiene con el de Irán y nuestro rechazo a sanciones que, en definitiva, no son nada, no significa, en modo alguno, un aval a esas relaciones turbias que existen entre ambos gobiernos, que van bastante más allá de los normales vínculos diplomáticos entre países»

Ajá, el gobierno nacional.

Cuando le toca consumir su turno, la MUD, en boca de Julio Montoya, dice más de lo mismo y un poco más: «Somos demócratas. Nosotros apoyamos de manera irrestricta a Pdvsa. Y es que a esa empresa hay que defenderla de medidas arbitrarias y unilaterales como esta de los Estados Unidos, pero también del gobierno de Chávez».

Ajá, el gobierno de Chávez.

«Que el gobierno no vaya a convertir este tema de Pdvsa en una división entre quienes no la quieren y sí la quieren», alerta Montoya. Las sanciones, «vistas ya desde la perspectiva puramente venezolana, constituyen música celestial para los oídos de un Chávez que recibe este inesperado regalo gringo, que le permite refaccionar un poco su ya tan maltrecha imagen internacional», reclama Petkoff. Mientras, Capriles Radonski, el candidato, suda.

En estas circunstancias, cuando llega el momento de las definiciones, es cuando más se aprecia la brutal honestidad de gente como Rayma. Mientras el antichavismo partidista hace malabares intentando en vano quedar bien con dios y con el diablo; mientras intenta, en vano, ubicarse del lado del pueblo, pero contra el gobierno de Chávez, pero contra los gringos, la caricaturista no anda con rodeos: eso que los chavistas llamamos patria, ella lo llama…

puta.

Caricatura de Rayma, publicada por El Universal, el jueves 26 de mayo de 2011.

El plácido sueño de Omar Barboza (y la lucha contra el latifundio en Sur del Lago)


Omar Barboza duerme plácidamente durante la interpelación al gabinete territorial.
Asamblea Nacional, jueves 17 de febrero de 2011.

Ayer por la tarde, mientras Omar Barboza (presidente del partido opositor Un Nuevo Tiempo, y diputado por el Zulia) dormía plácidamente en la Asamblea Nacional, cinco campesinos, militantes del Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora (FNCEZ), se encontraban detenidos en el retén policial de San Carlos, en Santa Bárbara del Zulia, luego de ser golpeados salvajemente, a tempranas horas de la mañana, por efectivos de la Policía Regional del Estado Zulia.

¿El «crimen» de los compañeros campesinos? La lucha contra el latifundio en el Sur del Lago. Fueron golpeados y detenidos por encabezar la toma pacífica del Fundo El Banco, en la parroquia Heras del municipio Sucre del Zulia.

Ayer por la noche, seguramente Omar Barboza volvió a dormir plácidamente, tal vez soñando en la briosa lucha que la oposición ha emprendido por la liberación de los «presos políticos» en Venezuela, en la gloriosa huelga de hambre que protagoniza un puñado de jóvenes OTPOR en reclamo de una amnistía a favor de los mismos «presos políticos». «Operación Libertad», le llaman, y nada importa que los tales «presos políticos» sean en verdad ladrones o asesinos. Hoy por la mañana, Omar Barboza debe haberse despertado sin ningún sobresalto.

Mientras tanto, los cinco compañeros salvajemente agredidos ayer por su lucha contra los latifundistas, hoy amanecieron detenidos en el mismo retén policial. Sus nombres: Heber Montilla, Miguel Cáceres, Álvaro Molina, Deisy Guerra y Carmen Chinchilla. El primero, contra quien se ensañaron los funcionarios policiales, arrastrándolo por el pavimento, es vocero del Consejo Federal de Gobierno por el sector campesino del Sur del Lago.

Heber Montilla no sólo amaneció hoy escupiendo sangre. Además, se encontró con la sorpresa de que la Policía Regional del Estado Zulia le había sembrado un arma de fuego, y un tribunal pretende sentenciarlo a ocho años de cárcel. Que alguien me diga si Heber, Miguel, Álvaro, Deisy y Carmen no son presos políticos.

Omar Barboza volverá a dormir plácidamente esta noche. Se siente guapo y apoyado. Está convencido de que el Fundo El Banco seguirá formando parte del patrimonio de la familia Barboza. Tal vez volverá a soñar que lucha por la liberación de los «presos políticos». Mañana amanecerá risueño y orgulloso, porque en este país los verdaderos presos políticos, como los campesinos que luchan contra el latifundio, siguen siendo tratados como criminales.

Movimiento de Pobladores se solidariza con el pueblo organizado de Chacao: "esta lucha continúa"


(Ayer sábado 22 de enero se desataron todos los demonios en el municipio Chacao, en Caracas, «corazón de la más feroz especulación inmobiliaria». Hacía tiempo que no veíamos tal demostración de histeria antichavista. Frente a la acción coordinada de los barrios de Chacao, que desde muy temprano en la mañana procedieron a la «toma en custodia de 8 lotes de terreno», el antichavismo reaccionó desplegando una brutal campaña de criminalización y pánico, según la cual el gobierno nacional había orquestado un macabro plan para realizar «invasiones masivas» en ¡20 terrenos! (especie que sigue difundiendo hoy la prensa opositora), incluso trasladando a los «invasores» (ataviados, por supuesto, con vestimesta del PSUV) en autobuses. Todo completamente falso. Sin embargo, ayer Chacao era un feudo amenazado por hordas invasoras. Literalmente.

Durante unas cuantas horas, se le vieron todas las costuras al discurso «social» de cierta oposición.

Poco después de la 1 pm, el Ministerio del Interior condenó la actuación represiva de la Policía de Chacao, advirtió que estaría «alerta» frente a la actuación de los funcionarios policiales, pero repitió aquello de las invasiones. Un par de horas después, la policía municipal reprimía salvajemente al pueblo apostado por la sexta transversal de Los Palos Grandes, justo al lado de la embajada de Bolivia. De nada sirvió el tal «alerta». Invasor es invasor y su apellido es delincuente. Contra los «invasores», todo el peso de la ley. «Estamos aplicando todo el peso de la ley, en el marco del respeto, la paz y los derechos humanos«, había escrito Emilio Graterón, Alcalde de Chacao, a las 10:18 am. «Todo de manera pacífica«, subrayaba el mismo Graterón, a las 3:18 pm. Sí, de manera pacífica, a punta de coñazo y lacrimógena.

Cosas que suceden, pues, cuando se coincide de tal manera con el lenguaje del «adversario».

Sobre lo acontecido en Chacao, el Movimiento de Pobladores ha tomado posición. Comparto con ustedes comunicado de prensa de hoy domingo 23 de enero.

Salud.)

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El Movimiento de Pobladores, que agrupa a distintas organizaciones populares que luchan por el hábitat socialista, declaramos toda nuestra solidaridad y apoyo a los habitantes de los sectores populares de Chacao, que el día 22 de enero realizaron una acción masiva, coordinados por sus organizaciones comunales, de toma en custodia de 8 lotes de terrenos ubicados en este municipio capitalino, corazón de la más feroz especulación inmobiliaria. Esta acción permitió poner en evidencia, pese a los intentos de manipulación mediática y al encubrimiento del alcalde Graterón, las profundas injusticias del capital inmobiliario, pues mientras a los vecinos de los barrios populares se les caen sus viviendas, una gran cantidad de terrenos son mantenidos ociosos por puro interés especulativo.

De igual forma, repudiamos contundentemente la acción vil y criminal de la Policía de Chacao y la Policía de Miranda contra la justa protesta de estas familias, cuyo único delito es ser pobres en un municipio que esconde la pobreza, y luchar por una vivienda digna en un municipio en que el negocio prevalece sobre el derecho a la ciudad. Decenas de heridos y detenidos, de los cuales aún once se encuentran procesados, muestran la saña de la policía y del gobierno municipal a la hora de defender los intereses de los ricos y del capital inmobiliario y de reprimir a los humildes en sus justas luchas.

Así mismo, queremos insistir una vez más en que la lucha contra la gran propiedad y especulación urbana, fuente principal de la acumulación capitalista en nuestra sociedad, sólo será posible en la medida que se cuente con el pueblo organizado y una contundente respuesta del gobierno revolucionario. Nos preocupa que la ausencia de procedimientos y mecanismos claros para la denuncia y recuperación de inmuebles ociosos, así como la respuesta vacilante de las instituciones responsables, no sólo desoyen y cuestionan el llamado del Presidente a iniciar la revolución urbana, sino que además condenan al pueblo a dar esta batalla en condiciones desiguales y desfavorables, perpetuando, en este caso por omisión, los privilegios del gran capital inmobiliario. En tal sentido, exigimos que se definan marcos normativos, políticas y procedimientos claros que faciliten la concreción del llamado del Presidente a dar una guerra sin cuartel a los terrenos ociosos y al latifundio urbano.

Por otro lado, al pueblo del que somos parte, a los cientos de miles de familias damnificadas, sin techo, alquiladas, arrimadas, a los habitantes de nuestros barrios, a aquellos que sueñan y luchan por un mundo más justo, en que la vivienda deje de ser un privilegio de unos pocos, le hacemos el llamado a prepararnos para un combate en que enfrentaremos enemigos poderosos, por lo que debemos incrementar nuestra fuerza y nuestra capacidad de respuesta. La unidad del pueblo para la revolución urbana es hoy un requisito fundamental para conquistar la victoria y derrotar al capital. Las respuestas aisladas y dispersas, por más justas que sean, nos arriesgan a la derrota y a terminar por fortalecer los intereses de los grandes dueños de la ciudad.

En tal sentido, convocamos para este martes 25, a las 2 de la tarde, en el Consejo Comunal Cuna de Libertadores, de Conde a Piñango (a dos cuadras de la Plaza Bolívar), a una Asamblea del Movimiento Popular para definir políticas y estrategias para el rescate del suelo e inmuebles ociosos.

Finalmente, que tengan la absoluta seguridad los latifundistas, los que se lucran especulando con las necesidades del pueblo, los amos del valle, que esta lucha continúa en Chacao y en todas las ciudades del país. No habrá más ciudad para privilegiados y exclusión para las mayorías.

Caracas, 23 de enero 2011

Postales anticomunistas




Postales anticomunistas: la primera de las imágenes corresponde a las escaleras que dan a los estacionamientos del Centro Comercial El Recreo, en Caracas. La segunda (pulsar sobre la imagen), a una librería ubicada en el Centro Comercial La Cascada, en Carrizal, Miranda. Ambas fueron captadas en diciembre de 2010.

Lleve dos por el precio de una: el centro comercial como espacio para la producción simbólica del discurso anticomunista, y como espacio donde circulan los bienes materiales que reproducen el mismo discurso.

¡Dame las dos, que están baratas! Siempre será posible revendérselas a los incautos, que cómo sobran. Ley de la oferta y la demanda políticas. El mercado está en alza. Ahora es que vende el anticomunismo.

La vida en los refugios


Conozco a varios personajes que darían un ojo de la cara por tener la oportunidad de ver, asomados por una pequeña rendija, lo que sucede al interior de los refugios. Me los puedo imaginar, a estos voyeristas intelectuales, extáticos, largándose interminables disquisiciones sobre la biopolítica o las «sociedades de control», citando a Deleuze, Agamben o, pongámonos más intensos, a William S. Burroughs, que, bien vistas, no pasarían de ser una versión más «elaborada» del mismo discurso que disparan los medios antichavistas, para los cuales todo se reduce a la «gestión ineficiente».

Por lo menos las periodistas de El Nacional mienten descaradamente y, haciéndose pasar por estudiantes de la Universidad Bolivariana, lograr entrar al refugio y se llevan consigo varios testimonios que luego descontextualizan de la manera más vulgar. Nuestros voyeristas, ni eso: les basta con creerse todo lo que cuenta la «prensa libre» e indignarse con un par de historias ajenas, para concluir lo que su visión ciclópea les enseñó desde siempre: que éste es un régimen totalitario, cuya «gestión de la vida» popular ahoga la libertad, etc.

Pero tamañas imposturas son verdaderamente irrelevantes si se les compara con las opiniones de algunos funcionarios vinculados a la «administración» de los refugios, o con las inquietudes de algunos «revolucionarios» que, por ejemplo, llegaron a expresar su malestar por el «mal hábito» de algunos refugiados del Sambil La Candelaria, que aireaban sus ropas en los balcones del ex centro comercial. Toda una afrenta estética.

Los refugiados y sus «malos hábitos»: «Qué dirán mis amigos de La Candelaria». Por: Carlos García Rawlins/Reuters.

En los refugios se recrea, pero en condiciones infinitamente más adversas, no sólo la vida barrial, con sus virtudes y miserias, sino también la profunda tensión que atraviesa a todas las instituciones del Estado, sin excepción: por una parte, la fuerte tendencia a la gestionalización de la política, con toda su carga de menosprecio por lo popular, pero también la tendencia a la repolitización de la gestión pública, de orientación radicalmente popular y democrática. Si bien sobre la primera tendencia podrían escribirse miles de páginas (y de esta fuente inagotable beben voyeristas y medios antichavistas, que después de todo terminan siendo lo mismo), es oportuno dedicarle algunas palabras al enorme contingente de hombres y mujeres que, día tras día, hacen la diferencia.

Son los hombres y mujeres que están convencidos de que el problema de los refugiados, como el resto de los problemas a los que nos enfrentamos, es irresoluble desde el Estado esclerosado y corrompido que hemos heredado; los que combaten cotidianamente (es necesario insistir en el punto: en las condiciones más adversas) décadas de paternalismo estatal y clientelismo, interpelando a los sujetos pasivos, sin «lástima» ni resentimiento; los que establecen alianzas con los líderes populares naturales para promover y crear las condiciones para la organización popular (a través, por ejemplo, de los Comités Populares de Vivienda); los que trabajan de la mano con el movimiento popular, intentando estrechar vínculos entre los refugios y la vida en los barrios; los que asumen que el objetivo no es una vivienda para cada familia, sino la vida digna, lo que pasa por hacerle frente a toda forma de exclusión y explotación (y a sus manifestaciones dentro de los refugios); los que se enfrentan a los déspotas: gestores, jefecillos, traficantes, figurines, discurseros y farsantes.

A todos ustedes, nuestro respeto, aliento y apoyo incondicional. Con su ejemplo nos demuestran que sigue siendo posible esa revolución en la que creemos.

Los buhoneros y el partido/movimiento


Fragmento del documental La revolución no será transmitida, de Kim Bartley y Donnacha O’Briain, que registra imágenes del pueblo reprimido en el centro de Caracas durante el 12 de abril de 2002. ¿Cuántas de las primeras víctimas de la dictadura de Carmona no fueron buhoneros?

Con los buhoneros sucede algo similar al caso de los motorizados: son sujetos políticos que han jugado un papel decisivo, determinante, en los momentos más duros de la confrontación política, y sin embargo son mirados con desdén por quienes militan, digamos, en la política formal.

Sobre los buhoneros se ha dicho de todo, y seguramente buena parte de lo dicho sea verdad: que el negocio de la buhonería está controlado por mafias; que en aquellos lugares donde controlan el territorio, están estrechamente imbricados con redes delincuenciales; que este mismo control del territorio lo realizan de manera anárquica y caótica, e impiden el derecho al libre tránsito de los ciudadanos; que parte del negocio está controlado férreamente por el paramilitarismo. Son todos argumentos esgrimidos por compañeros que militan en la revolución bolivariana. No viene al caso ahondar en la percepción que sobre el asunto tiene la derecha más rancia, tributaria de lógicas represivas del tipo tolerancia cero.

Para los compañeros formados en los principios y valores de la izquierda más tradicional, no tiene sentido siquiera hablar de «sujetos políticos». Buhoneros y motorizados son asociados, automáticamente, con el lumpen. Sólo la «clase obrera», con una pequeña ayuda de sus aliados los profesionales, técnicos, estudiantes y, si fuera posible, el campesinado, tienen derecho de entrada al paraíso. Lo demás es palabrería posmo.

Con el resto de los compañeros, que por suerte son los más, es posible plantearse el asunto en otros términos. Frente a sus reservas, algunas de ellas legítimas, suelo responder con un pequeño ejercicio de memoria histórica: en 2002, los buhoneros ocupaban un extenso corredor territorial en pleno centro geográfico de Caracas, entre Chacao y Plaza Venezuela, que más de una vez sirvió como muro de contención contra las tentativas opositoras de desplazarse hacia Miraflores, no para ir a regalarle piropos a Chávez, sino para derrocarlo. Esa historia no me la contó nadie: durante todo 2002 y buena parte de 2003 trabajé a una cuadra del bulevar de Sabana Grande. En diciembre del mismo año, en pleno paro insurreccional, bastaba con asomarse al bulevar para ver a la ciudad en movimiento. Del mismo modo, cualquiera que haya estado en la calle el 13 de Abril sabe de la importancia crucial de los motorizados, en tanto canales «informales» pero eficaces de comunicación popular, por decir lo menos.

Voy más allá: ¿cuántas de las primeras víctimas de la dictadura de Carmona no fueron buhoneros del centro de Caracas, reprimidos a sangre y fuego por la Policía Metropolitana? Sin duda, algunos de los primeros combates callejeros contra la dictadura, el 12 de abril, fueron protagonizados por el pueblo/buhonero.

Los compañeros del Movimiento de Pobladores me explicaban hace poco, refiriéndose al caso de los edificios ocupados en el centro de Caracas, que las mafias sólo controlaban espacios despolitizados, es decir, allí donde los ocupantes no estaban organizados. Nada más eficaz contra las mafias que el trabajo político. Igual consideración podría hacerse en el caso de los buhoneros. Acaso el desdén con que se les mira, tenga relación con el proceso de despolitización o burocratización de la política que hoy afecta a la revolución bolivariana.

Produce un poco de pena ajena la aclaratoria, pero es necesario decirlo: no estoy planteando que los buhoneros sean el «sujeto histórico» de la revolución bolivariana. Sin embargo, preocupa la tendencia que apunta en sentido inverso: hacia su criminalización. Más claro aún para que se entienda en todas partes: ¿la invisibilización de los buhoneros como sujetos políticos, allí donde este fenómeno opere, tendrá alguna relación con los resultados electorales del 26-S?

En fin, tanto buhoneros como motorizados deben formar parte del partido/movimiento en ciernes. Caso contrario, estarán los mismos que hoy están, y tal vez algunos más, pero no estarán todos los que son.

Cómo escribe un cobarde


No todos los anónimos que escriben a este blog son cobardes. Son muchas las razones que pueden estar detrás de la decisión personalísima de escribir un comentario sin identificarse con nombre y apellido. Algunos, incluso, son amigos muy cercanos y queridos, que manifiestan sentir algo parecido al «miedo escénico». Otros, sobre todo los menos familiarizados con el funcionamiento de los blogs, simplemente no saben cómo hacerlo: omiten ese paso de manera completamente involuntaria.

Pero algo sí es definitivo: todos los cobardes son anónimos. Son los personajes que se escudan tras el anonimato para ofender y transmitir mensajes denigrantes de la condición humana, cargados de odio y resentimiento infinitos. Algunos de ellos han pasado por aquí, y he publicado la inmensa mayoría de sus comentarios. Los viejos lectores de este blog, los más fieles y leales, pueden dar cuenta de que es así.

No son pocos los amigos que me lo han reclamado, esgrimiendo una batería de argumentos bastante legítimos. Después de todo, ésta es una página personal, y aquí se publica lo que yo decido. ¿Qué sentido puede tener brindarles un espacio a los que vienen a insultar? Quiero resaltar: a insultar, que no es lo mismo que expresar opiniones distintas a las que yo defiendo, porque todo el mundo tiene derecho a expresar y defender sus propias opiniones.

Suelo responderles, a los amigos que me reclaman, que en ningún caso me tomo los insultos como algo personal. Que, muy por el contrario, publicar lo que escriben estos cobardes es desnudar lo que, en vano, intentan ocultar tras el anonimato: las miserias, la ruindad, la tristeza de alma, el asco, el profundo desprecio que sienten por el pueblo y por la revolución bolivariana. Nada de lo que yo pueda escribir sobre ellos los retratará mejor que sus propias palabras.

Sin duda alguna, éste es un blog partidario, pero jamás genuflexo. Creo firmemente que sin espacios para la crítica esta revolución será una farsa. Me he manifestado reiteradamente en contra de los farsantes, quienes intentan chantajearnos permanentemente con aquello de que señalar públicamente nuestros errores es llevar agua al molino de nuestros adversarios. He caído varias veces en el saco de los «anarcoides», «pequeño-burgueses» y otras linduras. ¿Cuál es el problema? Para eso estamos: para dar y recibir. Esto es una pelea. Sin estridencias, con ánimo constructivo, he intentado alentar y he participado en una discusión sobre la necesidad de revolucionar los medios públicos.

Muchos de quienes me leen lo saben, y no fue necesario explicarles que de eso se trataba aquella breve nota que escribí, el 12 de noviembre, a propósito de un buen texto de mi pana Leo Campos. La nota: Buen periodismo. Los buenos entendedores asimilaron de inmediato el mensaje: nuestros medios públicos deben mostrar el lado «malo» de la revolución. Sólo así será posible hacer un periodismo digno de llamarse tal. Porque sólo una revolución digna de llamarse tal muestra nuestros errores, nuestros lunares, nuestras miserias. El pretexto de aquella nota fue un sabio comentario de Sandra Mikele, mi hija de diez años.

El sábado 20 de noviembre, a las 11 y 49 de la noche, hizo su entrada uno de aquellos cobardes. Recuerdo que aquel fin de semana me encontraba en Barquisimeto. Fui invitado a una conversa con profesores y trabajadores de la Universidad Politécnica Territorial Andrés Eloy Blanco, y aproveché la circunstancia para conocer de cerca la Comuna Ataroa, una de las experiencias de autogobierno popular más avanzadas de toda Venezuela.

Pude revisar mi correo, con calma, sólo cuando estuve de regreso a Caracas, el martes 23 de noviembre. Entonces publiqué el primer comentario del tal anónimo, y también el segundo: en el que me escribía la misma cantidad de sandeces de muchos otros anónimos:

«jajajaja, que bueno decidiste no pubicar el comentario, que maravilla es controlar la opinión. Bueno tus lectores no podrán leer un comentario NO Comprometido como el de todos ustedes, un comentario distinto que no se va en loas a la estupidez de creer en el subsidiio de que hay que decir algo bueno en la prensa porque si, porque no todo es tan malo, y bueno porque se trata del gobierno que apoyas tu y tus lectores«.

El anónimo regresó al día siguiente y, sin rubor alguno, se limitó a escribir un escueto comentario:

«Que bueno que finalmente publicaste lo escrito«.

Hice caso omiso de los dos últimos comentarios, pero me vi en la obligación de responder al primero. ¿La razón? Al anónimo no se le ocurrió una idea mejor que comenzar haciendo alusión directa a Sandra Mikele:

«Bueno tu hija es una idealista, porque habría que revisar si hay realmente cosas buenas que reportar. Cuantos son los muertos cada fin de semana? Cunatos hospitales están en la lona? Como van los resultados económicos? Como van los planes de mejorar el problema del tránsito? Como va el Metro de Caracas? Como va MERCAL? Chamo son demasiados los temas en los que hay fallas serias, como para entrar en la estupidez de decir, pero dime las buenas pues…. jajajajaj buscando subsidio? eres mas ADECO de lo que te imaginas. Primero hay que destacarse en las soluciones para pretender que hayan cosas buenas que reportar«.

El anónimo no entendió un ápice de la nota que escribí, tal y como queda demostrado en sus dos primeros comentarios. El antichavista promedio está habituado a pensar en nosotros, los chavistas, como una suerte de raza inferior, salvaje, brutal, sumida en la ignorancia, sin capacidad de entendimiento, cómplice, por naturaleza, del crimen, el robo, la muerte, la mentira, etc. Una raza a la que hay que disciplinar, domesticar, gobernar a punta de plan y plomo.

Pero además, incurrió en un acto de cobardía inaceptable: involucró a mi hija en el asunto. Ésta fue mi respuesta:

«Le leí a mi hija parte de lo que escribiste. Me interrumpió como a la mitad. ¿Sabes lo que me dijo? Palabras más, palabras menos: ‘Papá, a idiotas como esos ni siquiera se les responde’. Lo de idiota lo agregué yo. Idiota y cobarde: uno se mete con el santo, pero no con la limosna. Cobarde«.

El tal anónimo no se apareció más por acá, hasta hoy, dieciséis días después. Esto fue lo que escribió:

«Iturriza, eres muy bueno, muy bueno para no hablar de lo que dije en mi comentario. No metas a tu hija en un tema de adultos, eso es lo cobarde, esconderte detras del comentario de tu hija para no decir como es que deseas que los desastres del gobierno sean subsidiados por el periodismo servil que te gustaría ver. Sigo tu estilo, cobarde eres tu que te escudas en tu hija para no tener que ahondar, que inmensa idiotez demuestras«.

Comentario que decidí no publicar en aquella nota, porque tal vez muy poca gente tendría chance de leerlo. Porque mi deseo es que lo lea la mayor cantidad de gente posible. Para que sepan cómo escribe un cobarde.

El mico-mandante de El Nacional y la dictadura


Cada vez que presencio un episodio tan grotesco como el protagonizado por el diario El Nacional, con la mancheta rabiosa y miserablemente racista y denigrante de su edición del viernes 24 de septiembre de 2010, recuerdo ese texto hermoso, apasionado y extraordinariamente lúcido que es La revolución rusa, de Rosa Luxemburgo.

El Nacional, viernes 24 de septiembre de 2o10. A/7. La mancheta a la izquierda, debajo de la editorial.

En él, Luxemburgo no sólo destaca la grandeza del Octubre revolucionario, sino que señala algunos de los desaciertos de Lenin y Trostky. A su juicio, había sido un error la decisión de no convocar a elecciones para una nueva Asamblea constituyente, que expresara la correlación de fuerzas resultante del triunfo de la revolución bolchevique. Una en particular, de entre todas sus aseveraciones, destaca por su franqueza: «La libertad sólo para los partidarios del gobierno, sólo para los miembros de un partido – por muy numerosos que puedan ser – no es libertad. La libertad es siempre únicamente la del que piensa de otra manera. No es por ningún fanatismo de ‘justicia’, sino porque todo lo que de pedagógico, saludable y purificador tiene la libertad política depende de esta condición y pierde toda eficacia si la ‘libertad’ se convierte en privilegio».

Suficientemente persuadido de los riesgos que entrañan las burdas analogías, y por tanto dispuesto a guardar las debidas distancias históricas, estoy convencido, sin embargo, de la absoluta vigencia de las palabras de Rosa. Porque es cierto que la libertad es siempre únicamente para el que piensa distinto.

Lo que resulta totalmente intolerable es que en nombre de la libertad en abstracto, un pequeño grupo de privilegiados haga impune apología de la aniquilación del enemigo político. Tal es lo que ha hecho El Nacional, cuando a propósito de la muerte del Mono Jojoy, comandante guerrillero de las FARC, ha publicado en sus páginas: «Murió el Mono y queda el mico». Si muerto el Mono Jojoy lo que queda es el mico (el mico-mandante, según los usos del lenguaje antichavista), ¿quién puede dudar que El Nacional desea – y lo expresa públicamente – la muerte del comandante Chávez?

La mancheta en la edición digital de El Nacional.

¿Qué hacer frente a la barbarie ilustrada de los medios burgueses? ¿Cómo enfrentar tan graves demostraciones de odio, que son como escupitajos contra la dignidad humana? Esto es motivo de un amplio debate en el seno del chavismo. En circunstancias similares, he tomado posición en contra del cierre de medios, porque creo que a las miserias de los medios burgueses debe respondérsele con medios dignos de ser llamados democráticos y revolucionarios.

Pero es probable que la misma Rosa Luxemburgo – cuya memoria ha sido mancillada por cierta historiografia que, descontextualizando sus afirmaciones, ha pretendido presentarla como enemiga de los bolcheviques – no opinara de la misma manera. En el mismo texto escribía también: «Cuando después de la revolución de octubre toda la clase media, la intelligentsia burguesa y pequeño-burguesa, boicotearon durante meses al gobierno soviético, paralizaron el tráfico ferroviario y las comunicaciones postales y telegráficas, el sistema escolar y el aparato administrativo, oponiéndose así al gobierno obrero, todas las medidas de presión estaban evidentemente justificadas; había que utilizar la desposesión de derechos políticos, de medios de subsistencia económicos, etcétera, para romper con mano de hierro la resistencia. Entonces se manifestaba justamente la dictadura socialista, que no puede retroceder ante ninguna medida de fuerza para imponer o impedir determinadas medidas en interés de la comunidad».

Léase bien: todas las medidas. Mano de hierro. Desposesión de derechos.

Rosa Luxemburgo se oponía a la supresión de derechos de las clases trabajadoras («Sin elecciones generales, libertad de prensa y de reunión sin restricciones, sin una libre lucha de opiniones diversas, la vida desaparece de todas las instituciones públicas, se convierte en una vida aparente y la burocracia pasa a ser el único elemento activo»), pero no contra las clases enemigas de los trabajadores.

Más aún, Luxemburgo afirmaba: «El error fundamental de la teoría leninista-trotskista es, precisamente, que opone, exactamente igual que Kautsky, la dictadura a la democracia. ‘Dictadura o democracia’, reza el planteamiento tanto en los bolcheviques como en Kautsky. Éste opta naturalmente, por la democracia y precisamente por la democracia burguesa, ya que la sitúa como alternativa a la transformación socialista. Lenin-Trotsky optan, por el contrario, por la dictadura en oposición a la democracia y, consiguientemente, por la dictadura de un puñado de personas, es decir, por la dictadura según el modelo burgués. Se trata de dos polos opuestos y ambos están igualmente alejados de la política verdaderamente socialista. El proletariado jamás puede, una vez tomado el poder, seguir el buen consejo de Kautsky, bajo el pretexto de la ‘inmadurez del país’, y renunciar a la revolución socialista y dedicarse solamente a la democracia sin traicionarse a sí mismo, a la Internacional y a la revolución. Tiene el deber y la obligación de adoptar inmediatamente medidas socialistas del modo más enérgico, intransigente y desconsiderado, es decir, ha de ejercer la dictadura, pero la dictadura de clase, no la de un partido o la de una camarilla, es decir, ha de conducirse a la más amplia luz pública, con la más activa y libre participación de las masas, con una democracia sin trabas. ‘En tanto que marxistas jamás hemos sido idólatras de la democracia formal’, escribe Trotsky. Cierto, jamás hemos sido idólatras de la democracia formal. Pero tampoco hemos sido idólatras del socialismo o del marxismo… Jamás hemos sido idólatras de la democracia formal y esto sólo quiere decir: nosotros distinguimos siempre el núcleo social de la forma política de la democracia burguesa, desvelamos siempre el amargo núcleo de desigualdad social y de falta de libertad que se esconde debajo de la dulce cáscara de la igualdad y la libertad formales, pero no para rechazar éstas, sino para estimular a la clase obrera a que no se conforme con la cáscara, sino más bien, que se haga con el poder para llenarlo de un nuevo contenido social. La tarea histórica del proletariado, una vez llegado al poder, es construir en lugar de la democracia burguesa, la democracia socialista, no cualquier clase de democracia. Pero la democracia socialista no comienza sólo en la tierra prometida, una vez creada la base de la economía socialista, como un regalo de Navidad acabado para el buen pueblo que entretanto ha apoyado a un puñado de dictadores socialistas. La democracia socialista empieza al mismo tiempo que la demolición del dominio de clase y la construcción del socialismo. Comienza en el momento de la conquista del poder por el partido socialista. No es otra cosa que la dictadura del proletariado. Ciertamente: ¡dictadura! Pero esta dictadura consiste en el modo de aplicación de la democracia, no en su supresión».

¡Dictadura!

Insisto: las burdas analogías históricas siempre son impertinentes. Además de sospechosas, son improductivas, estériles. A despecho de la denuncia anti-comunista y anti-totalitaria de los medios antichavistas, en Venezuela no se ha producido una revolución socialista. No gobierna la clase obrera. La economía sigue siendo capitalista. ¡Cuántos resabios persisten de la institucionalidad burguesa! Pero sobre todo hay que decir: ¡cuán infinitamente lejos estamos de una dictadura a lo Rosa Luxemburgo!

Que manchetas como las de El Nacional nos sirvan para no olvidar cuán lejos estamos de la democracia que anhelamos.

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Mientras escribía estas líneas llegó me llegó un correo cuyo destinatario se identifica como José Francisco Rodríguez. No lo conozco.

Dice: «Vas a votar por las focas ANIMAL». Probablemente en respuesta a mi artículo previo: Contra la ‘despolarización’: Por qué voy a votar por los candidatos de Chávez.


Sí, para nuestros «demócratas», los chavistas somos unos animales que vamos a votar por animales. Como el mico. Mandante.

We con the world: o sobre cómo reírse de los asesinados por el Estado israelí


Latma TV, un grupo de comediantes israelíes que produce material audiovisual para la Web, ha considerado oportuno reírse a mandíbula batiente a propósito de la masacre cometida por el Estado de Israel contra los activistas que el pasado 31 de mayo fueron impedidos de llevar alimentos, medicinas y materiales de construcción al pueblo palestino.

Cuatro días después, aún no ha sido posible siquiera contabilizar la cantidad exacta de muertos y heridos, tal ha sido el hermetismo de las autoridades israelíes. Sin embargo, desde el mismo día de los hechos las transnacionales de noticias han puesto en marcha una campaña global de desinformación, que persigue criminalizar a las víctimas y victimizar a los agresores. Así, por ejemplo, la brutal agresión de la que han sido víctimas los activistas a bordo del barco turco Mavi Marmara ha sido traducida como una «redada» (raid, en inglés), como si se tratara de un rutinario operativo policial para capturar a delincuentes prófugos.








Time, MSNBC, CBS News, BBC News, Yahoo! News, The Washington Post, The New York Times, Fox News, CNN: todos a cantan a coro: We are the raid (Somos la redada).
La prensa «hispana» (Univisión) dice presente: Somos la redada.

Digna representación venezolana (El Universal) se suma al concierto: Somos la redada.

El video de Latma TV, una parodia de la célebre We are the world (Somos el mundo), la canción escrita en 1985 por Michael Jackson y Lionel Ritchie, vuelve sobre la versión que ha difundido el gobierno israelí: no eran activistas, sino «terroristas»; estaban armados y tenían intenciones de «linchar» a los efectivos militares israelíes; en Gaza no existe tal cosa como una «crisis humanitaria».

Son dos estrategias que se complementan: mientras que Latma TV desinforma y criminaliza bajo la forma de la sátira política, las transnacionales de noticias satirizan el ejercicio periodístico criminalizando a las víctimas y desinformando sobre el crimen cometido por el Estado de Israel.

Va el video, intitulado We con the world (Engañamos al mundo). Más abajo, traducción libre. Dedicado a los legitimadores de las «redadas» contra los pueblos que luchan: a esto se reduce la «verdad» que venden al mundo.

Engañamos al mundo.
Llega el momento
en que necesitamos hacer un show
para el mundo, la Web y CNN.
No hay gente muriendo,
así que lo mejor que podemos hacer
es crear el bluf más grande de todos.

Debemos continuar pretendiendo, día a día,
que en Gaza hay crisis, hambre y peste
porque los millones de dólares en ayuda no cubren sus necesidades básicas
como queso y misiles para los niños.

Haremos que el mundo
abandone la razón
haremos que todos crean que Hamas
es la Madre Teresa.
Somos viajeros pacíficos
con armas y con nuestros propios cuchillos.
La verdad nunca llegará a tu TV.

Oh, les apuñalaremos el corazón
son soldados, a nadie le importa
somos pequeños y tomamos algunas fotografías con palomas.
Como nos enseñó Alá, por hechos no hay demanda
así que siempre sacaremos ventaja.

Haremos que el mundo
abandone la razón
haremos que todos crean que Hamas
es la Madre Teresa.
Somos viajeros pacíficos
con armas y con nuestros propios cuchillos.
La verdad nunca llegará a tu TV.

Si el Islam y el terror te levantan el ánimo
pero te preocupa que eso no sea bien visto
bien, bien, bien, bien, no te preocupes
todo lo que tienes que hacer es llamarte
un activista por la paz y la ayuda humanitaria.

Haremos que el mundo
abandone la razón
haremos que todos crean que Hamas
es la Madre Teresa.
Somos viajeros pacíficos
con armas y con nuestros propios cuchillos.
La verdad nunca llegará a tu TV.

Engañamos al mundo
engañamos a la gente
haremos que todo el mundo crea que las Fuerzas de Defensa de Israel son Jack El Destripador.
Somos viajeros pacíficos
con armas y con nuestros propios cuchillos.
La verdad nunca llegará a tu TV.

Engañamos al mundo (Bruce Springsteen : engañamos al mundo…)
engañamos a la gente (Bruce Springsteen: engañamos a la gente…)
haremos que todo el mundo crea que las Fuerzas de Defensa de Israel son Jack El Destripador.
Somos viajeros pacíficos
con armas y con nuestros propios cuchillos.
La verdad nunca llegará a tu TV.

Engañamos al mundo
engañamos a la gente
haremos que todo el mundo crea que las Fuerzas de Defensa de Israel son Jack El Destripador.
Somos viajeros pacíficos
con armas y con nuestros propios cuchillos.
La verdad nunca llegará a tu TV.

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We con the world.

There comes a time
when we need to make a show
for the world, the Web and CNN.
There’s no people dying,
so the best that we can do
is create the greatest bluff of all.

We must go on pretending day by day
that in Gaza, there’s crisis, hunger and plague
coz the billion bucks in aid won’t buy their basic needs
like some cheese and missiles for the kids.

We’ll make the world
abandon reason
we’ll make them all believe that the Hamas
is Momma Theresa.
We are peaceful travelers
with guns and our own knives.
The truth will never find its way to your TV.

Oh, we’ll stab them at heart
they are soldiers, no one cares
we are small, and we took some pictures with doves.
As Allah showed us, for facts there’s no demand
so we will always gain the upper hand.

We’ll make the world
abandon reason
we’ll make them all believe that the Hamas
is Momma Theresa.
We are peaceful travelers
we’re waving our own knives.
The truth will never find its way to your TV.

If Islam and terror brighten up your mood
but you worry that it may not look so good
well, well, well, well, don’t you realize
you just gotta call yourself
an activist for peace and human aid.

We’ll make the world
abandon reason
we’ll make them all believe that the Hamas
is Momma Theresa.
We are peaceful travelers
we’re waving our own knives.
The truth will never find its way to your TV.

We con the world
we con the people
we’ll make them all believe the IDF [Israel Defense Forece] is Jack the Ripper.
We are peaceful travelers
we’re waving our own knives.
The truth will never find its way to your TV.

We con the world (Bruce [Springsteen]: we con the world…)
we con the people (Bruce [Springsteen]: we con the people…)
we’ll make them all believe the IDF is Jack the Ripper.
We are peaceful travelers
we’re waving our own knives.
The truth will never find its way to your TV.

We con the world
we con the people
we’ll make them all believe the IDF is Jack the Ripper.
We are peaceful travelers
we’re waving our own knives.
The truth will never find its way to your TV.

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